Kintaro va camino de su nuevo trabajo, sirviente en la mansión del multimillonario Daitoku Teraiyama, en Kioto, cuando una bella y sensual joven le adelanta montada en su moto de gran cilindrada (130 cv). La chica se pierde pronto en la lejanía, y él llega a su destino, donde empieza a trabajar duro, en un ambiente al más puro estilo aristocrático del Japón tradicional. En la casa vive la señorita Reiko, hija del millonario, una joven de 20 años, refinada y culta. Kintaro se enamora de ella (como suele pasar con cada chica que ve), y desea quedarse en la casa para poder verla a menudo. Sin embargo, el trabajo del joven no es satisfactorio para la jefa de sirvientes, así que le despide.
Cap. 5 Juventud sin freno